Durante una persecución contra presuntos criminales en la periferia de Reynosa, Tamaulipas, elementos del Ejército Mexicano dispararon sus armas y una de las balas mató a una niña de un año y cinco meses de edad, que trasladaban sus padres, quienes resultaron heridos, en una unidad de transporte urbano.
Elizabeth Martínez Medrano falleció frente a sus padres, Eduardo Martínez y Marlene Medrano, quienes atestiguaron ante la Procuraduría General de Justicia del estado haber visto a soldados disparando contra el microbús de la ruta 9-643 en el que viajaban, a la altura de la colonia La Escondida.
En el Hospital Civil de Reynosa, adonde fueron trasladados, los padres de la pequeña aseguraron que el convoy de militares perseguía a una camioneta con placas de Texas, Estados Unidos, cuando de repente tirotearon la unidad de transporte colectivo, con 30 pasajeros a bordo.
Aunque al momento de escuchar las primeras detonaciones los pasajeros se tiraron al piso, una ráfaga de metralleta alcanzó a la familia Martínez Medrano.
Eduardo Martínez recibió un tiro en la pierna derecha; su esposa Marlene resultó con lesiones en un brazo a causa de las esquirlas, y la pequeña Elizabeth fue alcanzada por un proyectil que se alojó en su estómago y segó su vida.
Tras el hecho, efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional subieron al transporte de pasajeros para identificar a los heridos. La camioneta que perseguían los militares fue abandonada dos cuadras más adelante y no se reportaron detenidos.
Jornada.unam.mx
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